Ojalá pusiera el mismo cuidado por mi cuerpoy mi mente que pongo por la batería de mi celular. Llegar con 20% de carga al final del día no está bueno.

El tiempo que estoy con mi celular  es el que no uso en comunicarme en persona, mirando a los ojos  y evitando malos entendidos . ¿Y si en lugar de usar el celular como la única manera de generar vínculos , lo uso como teléfono y hablo? . El mensaje escrito no tiene la inflexión de la voz y tiene grandes posibilidades de  malinterpretarse.

Cuando lo uso  para pertenecer a comunidades sociales y muestro cosas mías, estoy diciendo: me interesa tu juicio acerca de mi y chequéo a cada rato para encontrar la aprobación. Algo así como: quiero que me quieras. Y en esa dependencia de buscar afecto y emoción en un teléfono, nos obsesionamos.

Algunas cifras:

Miramos  los teléfonos unas 70 veces o 5 horas  por día, 5 horas por día o  56 días al año.

Es lo último que el 80% de las personas hace al acostarse y lo primero que hace al levantarse.

50% lo hace durante la noche.

90% no lo apaga jamás.

El celular es la herramienta perfecta para los multitasker que creen que pueden poner la atención a muchas cosas a la vez. Y ese es un error. Solo podemos poner atención, razonamiento y comprensión  a una sola cosa a la vez, aun teniendo muchas ventanas abiertas . Multitasking es una utopía que creemos haber creado cuando el cerebro solo hace una cosa a la vez. Descubro que me concentro mejor si tomo los temas de a uno: pienso, ejecuto, termino, lo comunico y tomo el siguiente. Veo resultados y celebro que avanzo.

¿Y como hago? Podría por ejemplo borrar las redes sociales del teléfono ( y verlos en la PC), dejar el celular fuera de la mesa cuando como en grupo o en familia y ver cómo los demás se ocupan de decirme en su lenguaje corporal  que el celular es más importante que yo.

 

De a poco y un paso a la vez se pueden modificar hábitos. El celular puede ser una herramienta poderosa pero absolutamente nada supera a dos personas mirándose a los ojos y conversando y escuchando con atención y proponiendo. Entonces no hay lugar para suspicacias  y se previenen muchos errores y malentendidos.

 

Cuidado multitaskers y adictos  que la vida no pasa por una pantalla. Y me hago cargo.